“Fatiga pandémica”. El término lo acuñó la Organización Mundial de la Salud (OMS) a finales de 2020 debido al desgaste mental y físico que estaba creando en la población mantener las restricciones impuestas por el coronavirus durante un tiempo tan prolongado. Una situación que también ha hecho elevar los niveles de estrés en la población, hasta el punto de que los servicios de salud mental han crecido este año en más de un 90% respecto al uso habitual, según ha ratificado una encuesta de la propia OMS en 130 países.
Intentar desconectar de la vorágine diaria e incluso apartarse, también en sentido literal, de su entorno, especialmente en espacios urbanos, se ha vuelto imprescindible para muchas personas, para poder afrontar lo sucedido y lo que quede de pandemia. Y en este sentido, el proyecto de autoconocimiento y transformación personal en el que trabaja la psicóloga y doctora en psicofarmacología María Pedraz, apoyado con fondos de desarrollo local gestionados por la ADR-Nororma, se antoja como una propuesta necesaria que puede aportar un impacto muy positivo tanto a nivel interno como hacia la promoción de los municipios de la Sierra Norte de Málaga.
Combinando la psicología occidental moderna, con enseñanzas extraídas de comunidades originarias indígenas, María Pedraz busca, en sus actividades, integrar toda la riqueza cultural que hay en la zona del norte de la provincia: “Hay mucha información ancestral que apenas se ha dado a conocer como se merece, desde pinturas, los Dólmenes [de Antequera] que están aquí cerca y otras cosas que nos cuentan los vecinos”.
De un lado, de cara a desarrollar en los próximos meses, esta experta propone talleres, tanto presenciales como ‘online’, en los que trabajar especialmente con mujeres del territorio para potenciar su desarrollo personal y laboral. “Cuando una mujer está bien, sana y equilibrada, toda la familia está bien. Es el centro del hogar”, subraya esta especialista. También plantea realizar actividades para que puedan ser compartidas por todos los miembros de la familia y que contribuyan a generar un sentimiento de comunidad. Todo ello con el objetivo de “que la gente se ponga en contacto y refuerce el tejido social”.
Actualmente María Pedraz regenta un centro en la pedanía archidonesa de Salinas donde ya imparten talleres y sesiones para que, entre otros aspectos, las personas vuelvan a conectar con sus propósitos en la vida; pero también cabe la posibilidad de llevar a cabo las actividades apoyadas por la ADR-Nororma en el mismo núcleo de Archidona u otras localidades de la Sierra Norte de Málaga, donde puedan llegar así a más vecinos.
La Sierra Norte de Málaga “una gran desconocida”
A este espacio ya llegan personas de otros puntos de Andalucía e incluso de regiones como Madrid y Cataluña para participar en las dinámicas que se organizan. Gente que queda “fascinada” con una zona que sigue siendo “una gran desconocida”, incluso para algunos residentes de otras localidades de la provincia, como asegura esta doctora.
En este sentido, también se espera fomentar un turismo más sostenible de la Sierra Norte de Málaga, aprovechando, como dice María Pedraz, la necesidad que mucha gente de descubrir el entorno natural: “el agua, la sierra, los pueblos que son preciosos…”. “Son dos los lados de la moneda que tienen un interés y que puede ser un buen pegamento unirlos a través de Nororma. Se genera una interacción interesante”, incide de un proyecto que se quiere poner en marcha a comienzos del próximo año.