Manuel Lara, alcalde de Cuevas Bajas y vicepresidente de ADR-Nororma: “Trabajamos para recuperar la vida de cara al Genil, que hemos vivido muchos años de espaldas a este río”

Cuevas Bajas es uno de los municipios que mejor están capeando la tercera ola.

Tanto en la segunda como en la tercera ola, Cuevas Bajas apenas se está viendo afectada, pero eso no quiere decir que el día de mañana estemos como los municipios de alrededor, que por desgracia están viviendo una situación mucho más dura. Y por eso insistimos desde el Ayuntamiento a todos los vecinos a seguir con este comportamiento, las recomendaciones de sanidad y extremar todas las precauciones con el Covid-19. Porque hoy estamos bien, pero mañana podemos estar como pueblos cercanos.

Y es que, otros municipios de vuestro entorno, con los que hay mucha relación, sí están siendo muy afectados.

Sí. Localidades vecinas como Benamejí [en la provincia de Córdoba], Cuevas de San Marcos, Villanueva de Tapia… está cerradas, y en esta zona hay muchos matrimonios de vecinos cueveños con personas de Benamejí, de Cuevas de San Marcos… por lo que la relación entre los municipios es muy intensa. Y, además, como la distancia lo favorece hay mucha unión entre los municipios que hay aquí.

¿Qué impresión te están trasladando los vecinos sobre cómo están viviendo los efectos de la crisis en la economía local?

En nuestra localidad nos estamos salvando un poco. En las pequeñas localidades del interior la situación es diferente a las ciudades más grandes. Aquí tenemos la suerte de tener varias empresas de construcción y empresas agrícolas, así que en tema de empleo no se está notando apenas. Lo que más, los bares y restaurantes de la localidad. Ellos no han dejado de funcionar, pero no al mismo ritmo que tenían antes del Covid. Y para ello venimos trabajando en el presupuesto del Ayuntamiento de 2021, para que tengan algún tipo de ayudas para subsanar su situación actual.

¿Cuándo podrían estar listas esas ayudas a los sectores más afectados?

En marzo o abril queremos llevar la aprobación del presupuesto y al día siguiente de su aprobación empezar a dotar a estos negocios de esas ayudas. Vamos a intentar que lleguen a todos los empresarios y autónomos de la localidad para que se vean respaldos por este Ayuntamiento.

Uno de los eventos del año más esperados en la localidad es la Fiesta de la Zanahoria Morá, que el pasado diciembre no se pudo llevar a cabo como es habitual, pero que se celebró de forma virtual. ¿Cómo lo vivió la localidad?

Ha sido un palo, porque es una semana donde económicamente los comercios, restaurantes, bares e indirectamente otros servicios se ven muy beneficiados. Es muy triste para muchos negocios, pero nos han llegado comentarios muy positivos, porque hemos descubierto una nueva forma de hacerla. Y nos sirve de experiencia para que este año, ojalá, poder hacer una fiesta tanto presencial como virtual, ya que hemos llegado a personas que no han podido venir ningún año aquí y nos están preguntando por la zanahoria morá. Hay que sacar lo positivo de lo que ha pasado.

Otro reclamo de Cuevas Bajas es la posibilidad de disfrutar de su entorno, como la ribera del río Genil, y del turismo activo, especialmente en verano. ¿Se notó en la localidad la mayor demanda turística que hubo por espacios naturales?

Imagínate el verano que las empresas se esperaban con toda la incertidumbre que había con el Covid. Evidentemente no han tenido el mismo número de personas que en años normales, pero por lo menos ha sido un número que les ha servido para cubrir gastos y mantener el año a salvo.

¿En Cuevas Bajas veis al turismo activo como el motor que pueda impulsar la economía para dar más oportunidades atractivas de empleo, mitigando así la salida de muchos jóvenes?

Estamos trabajando por recuperar la vida de cara al Genil, que hemos vivido muchos años de espaldas a este río. Estamos intentando aprovechar cada día más todos los recursos que permite. Son muchas las personas que nos han visitado estos años atrás. Recientemente nos ha sido aprobada la admisión a Tierras de José María El Tempranillo, lo que le va a dar a Cuevas Bajas más promoción turística. Y con Sierra Norte de Málaga [marca para la promoción de esta zona de la provincia bajo la ADR-Nororma] también es una de las cuestiones en la que nos estamos volcando, trabajando y planificando acciones conjuntas para vender un único paquete turístico para toda la comarca, que nos coloquen en el mapa a los siete municipios. En una semana, con un día por localidad, los turistas pueden recorrer toda la comarca.

¿Qué otras medidas o actuaciones se están desarrollando desde el Ayuntamiento o la ADR-Nororma para evitar el despoblamiento?

Los siete municipios coincidimos en que prácticamente tenemos las mismas problemáticas. Y una es que la gente joven se nos va y tenemos casas vacías en zonas céntricas de las localidades. Y a nivel local hemos encargado un estudio de todas las viviendas que hay cerradas o en mal estado. Y estamos trabajando en una ordenanza que permita facilitar el acceso a esas viviendas. En muchos casos no se sabe ni el titular, porque son de herederos de cuarta o quinta generación, que ni podemos localizarlos. Y también fomentar que los propietarios puedan rehabilitarlas para alquilarlas o venderlas a personas jóvenes. Por eso, en este presupuesto también llevamos ayudas tanto para la rehabilitación como para el alquiler o la adquisición de viviendas.

A nivel comarcal estamos trabajando en cuestión de turismo, de vivienda, en empleo y formación y para la mujer, que es uno de los colectivos más perjudicados en la comarca.

Desde la ADR-Nororma, ¿qué ayudas han contribuido en los últimos años para la mejora de empresas y/o del bienestar de los vecinos de Cuevas Bajas?

Han sido muchas y muy diversas y de muchos sectores las que se han llevado a cabo gracias a las ayudas de la asociación. Aquí tenemos varias empresas del sector agroalimentario o una de las empresas que se dedican a los descensos en el río Genil que se han visto favorecidas con estas ayudas.  Este año nos sentimos muy satisfechos, y lo digo como vicepresidente, porque son muy numerosas las solicitudes que tenemos, a pesar de los tiempos que corren. Y eso es un buen síntoma de que el grupo de desarrollo trabaja bien. Somos un grupo cercano para hacer llegar esas ayudas y que el territorio se desarrolle mucho mejor.






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